Cómo hacer una mesa de luz casera y para qué puedes utilizarla

Cómo hacer una mesa de luz casera y para qué puedes utilizarla

Si amas el arte y disfrutas explorar nuevas formas de crear, seguro andas en busca de nuevas herramientas, materiales y novedades para nutrir tu mente creativa. Es por esto que una mesa de luz puede convertirse en una de tus herramientas favoritas. Y, aunque una mesa profesional puede ser muy costosa, pesada y difícil de transportar,  tú puedes fabricar una versión casera con materiales simples y mucha creatividad. ¿Quieres saber cómo hacer una mesa de luz casera y para qué puedes utilizarla? , entonces sigue leyendo hasta el final y entérate de todo lo necesario.

¿Qué es una mesa de luz y para qué se usa?

Cómo hacer una mesa de luz casera y para qué puedes utilizarla

La mesa de luz es un recurso que te permite trabajar con la transparencia, superponer capas, observar detalles y jugar con el color y la luz. Es ideal para artistas, estudiantes de diseño, ilustradoras o simplemente curiosas que aman experimentar con materiales y efectos visuales.

Originalmente, las mesas de luz se utilizan en dibujo técnico, ilustración, animación y fotografía. Consisten en una superficie translúcida iluminada desde abajo, que permite ver con claridad las líneas o imágenes colocadas sobre ella. Su propósito es facilitar el calco, la observación de detalles y el trabajo con transparencias, aunque también se emplea para procesos más especializados, como el revelado de mallas serigráficas o la exploración de texturas y materiales en proyectos artísticos.

Además, en el mundo de la educación inicial, se usa como herramienta sensorial para que los niños exploren colores, sombras y formas. En el arte, sin embargo, la mesa de luz es una aliada poderosa para experimentar con el lenguaje visual desde otra perspectiva.

Cómo hacer tu mesa de luz casera

Cómo hacer una mesa de luz casera y para qué puedes utilizarla

Hacer una mesa de luz en casa podría sonar como un proyecto muy sofisticado y de gran precisión, pero en realidad es mucho más sencillo de lo que imaginas. Estos son los materiales que vas a necesitar:

  • Una caja de madera, taper de plástico o cartón resistente.

  • Una lámina de acrílico o vidrio (puede ser reciclada de un portarretratos).

  • Luces LED blancas.

  • Cinta adhesiva y una hoja de papel manteca o papel vegetal.

Ahora sigue estos pasos con cuidado y sin prisa:

  1. Prepara la base: Usa la caja como estructura principal. Si es de cartón, refuérzala con cinta y cartulina gruesa para que quede firme y no se doble por ningún lado.

  2. Coloca la luz: pega las tiras LED en el fondo de la caja de manera uniforme.

  3. Difumina la luz: cubre las luces con una hoja de papel manteca o vegetal; esto ayudará a distribuir mejor la iluminación.

  4. Cierra con la superficie transparente: coloca encima la lámina de acrílico o vidrio. Puedes asegurarla con cinta o pequeños ganchos.

  5. Conecta y prueba: enchufa las luces y ajusta la intensidad si es posible. ¡Tu mesa de luz casera está lista!

Usos para tu nueva mesa de luz

Ya tienes la mesa de luz perfectamente armada y en óptimas condiciones de funcionamiento, así que es hora de sacarle la mayor cantidad de provecho posible. Con esta nueva herramienta podrás:

  • Calcar y practicar dibujo: coloca una hoja con tu boceto debajo de otra para repasar trazos, estudiar proporciones o practicar lettering.

  • Explorar transparencias y capas: combina papeles de colores, texturas o recortes para crear composiciones nuevas.

  • Jugar con la fotografía o el collage: úsala para observar cómo la luz atraviesa distintos materiales. También te servirá para cuadrar piezas de papel y distribuir tu collage de manera prolija en tu matriz.

  • Experimentar con pintura y tinta: pon papel vegetal o acetato y descubre cómo reaccionan los colores con la luz detrás.

  • Crear proyectos artísticos o de estudio: la mesa de luz es perfecta para presentaciones visuales o para inspirarte cuando buscas nuevas ideas.

  • Preparar mallas serigráficas: si te interesa la serigrafía y otras formas de grabado, puedes usar la mesa de luz para “quemar” tus mallas (es decir, revelar tus diseños sobre la tela con emulsión fotosensible). Asegúrate de hacerlo en un entorno controlado y con la iluminación adecuada para lograr resultados definidos.

Pero más allá de su utilidad práctica y sus posibilidades técnicas, la mesa de luz te invita a mirar el arte desde otro ángulo. Es una herramienta que te conecta con el detalle, la paciencia y la experimentación. Hacerla tú misma no solo te da la satisfacción del hazlo tú misma, sino que te abre un espacio de creación íntimo, luminoso y lleno de posibilidades.